jueves, 18 de febrero de 2010

«Los profesores no tienen la competencia emocional necesaria»

Carlos Monsalve, experto de la Universidad de Estocolmo, analiza en Badajoz las claves para ser un docente de éxito. El pedagogo de la Universidad de Estocolmo toma como referencia una investigación realizada en Harvard para asegurar que el problema del actual sistema educativo tiene su base en la «falta de competencia emocional» de sus profesionales.
Un profesor emocionalmente competente está más capacitado para manejar determinadas circunstancias en el aula. De todos es sabido que un buen equilibrio emocional nos hace más congruentes, y esta congruencia nos hace comunicarnos mejor. Transmitir equilibrio, tranquilidad, seguridad, actitud positiva, activa, etc., genera un mejor clima alrededor. Lo vemos incluso en las relaciones personales, hay personas desequilibradas emocionalmente (de todas las profesiones), inseguras, pesimistas, etc., que provocan que deseemos alejarnos de ellas para salvaguardar nuestro equilibrio y seguridad, por contra, tenemos amigos o conocidos con los que nos encontramos tranquilos, seguros, elegres y positivos y nos encanta disfrutar de su compañía y entablar conversacion con ellos.
Una persona emocionalmente equilibrada, no busca excusas fuera para no hacerse cargo de una situación. Una persona con competencias emocionales se hace cargo de la situación, no se justifica, se pone en marcha, se hace responsable de la comunicación, busca alternativas para hacerse entender y no se limita a decir "si es que no se enteran", esta expresión lo que esconde es una frustración, un mal manejo emocional.
Imaginaos hablando para un auditorio de chinos que no entienden el castellano, buscarías la manera de haceros entender en algún otro idioma o buscarías un traductor, buscarías una alternativa, no os limitariais a soltar el rollo en castellano para luego decir "si es que no se enteran". Es sólo un ejemplo gráfico de las fallas que ocurren en comunicación, y estas fallas en la comunicación vienen por una falta de competencias emocionales que nos hace sentirnos frustrados y no manejamos bien esta frustración, perdemos perpectiva y entramos en un pernicioso ciclo que nos atrapa.

Un saludo

3 comentarios:

Paco Centeno dijo...

De acuerdo con la competencia emocional. Es básica porque transmites lo que eres. A veces es difícil dejar en casa los problemas y ponerse el mono de educador y transmitir, pero para eso somos profesionales.
Lo que no comparto contigo es el ejemplo final que pones de los chinos. Eso es competencia en orador: fundamental emitir el mensaje de la forma más adecuada al receptor. Yo no doy igual la misma charla en un congreso científico que en un aula de 4º de la ESO o primero de bachillerato, y lo he tenido que hacer. O explicar qué es Bolonia para universitarios, para estudiantes de bachillerato o para padres de éstos. Y ahí fallan muchos oradores, que no son comunicadores. Pero eso no está relacionado con las competencias emocionales, creo.
Espero haberte convencido.
Un abrazo

sebastian(elcurrante) dijo...

Estimado Paco:
Dicho así, tienes razón, pero en el fondo subyace, también un problema de competencia emocional, no lo dudes. Las competencias emocionales influyen en todos los ámbitos de nuestra vida y afectan al resto de competencias. Lo que trato de resaltar con este ejemplo es que la persona con un buen nivel de competencia emocional no culpará a las circunstancias externas y pondrá en marcha mecanismos internos en busca de soluciones, mientras que la persona que carece de competencia emocional culpará a las circunstancias y no buscará alternativas.
Lo que tú haces lo haces por que sale de ti, has leído, te has documentado, te has preocupado y te preocupas por mejorar cada día, pero eso no se exige para aprobar unas oposiciones y ejercer de profesor, no todos son emocionalmente equilibrados como tú. Creo que en el ámbito científico también es muy importante la competencia emocional, pues una persona de fácil frustración se puede rendir antes de tiempo en la búsqueda de algo.
Un saludo y espero haberme comunicado mejor.

sebastian(elcurrante) dijo...

Paco: Un ejemplo de poca inteligencia emocional, la del Sr. Aznar haciendo la peineta. Vaya hombre de Estado, incapaz de aguantar lo que le dicen 4 chavales.

Un saludo